viernes, abril 07, 2006

Hasta la vista.

Era miércoles noche 29/03/06
Sonó mi teléfono: mi familia solicitaba mi presencia urgente en el hospital.
Me fui para allá: mi tío, el hermano pequeño de mi padre estaba muy grave, le pronosticaban pocas horas de vida.
El jueves 30 por la mañana murió.

Fue un día de lágrimas, tanatorio, y brindis con y por él:

Traté de escribir sobre él antes de que se marchara.
Traté de encontrar las palabras de acercamiento y compartirlas con él antes de su partida.
Traté de coger su mano y compartir la fe que siempre tuve hasta ese día en su mejoría.
Traté de acercarme a su sonrisa una vez más, y mantuve el silencio dejando mi presencia como apoyo y acompañante.
No fue entonces necesaria mi intervención directa , sí lo fue mi segundo plano.

Esa noche brindamos con él y por él.
Esa noche entré a hablar con él a solas y dejé resuelta las palabras que hasta ese día teníamos pendientes y le dije adiós.
Esa noche las copas fueron en su honor, las de todos, las mías, las nuestras.

Ha sido un fin de semana difícil. Me sobró casa, me faltó vida, mi incomprensión e incredulidad fueron un coctel de inesperado dolor.
Callamos todos y el deseo de vivir se mezcló con el peso de autodestrucciones, y conjuntamente, y por separado, sentimos el vacío de lo irreversible.
Mis contracturas empeoraron, y me obligaron a paliar mi dolor con los relajantes musculares borradores de días enteros de mi existencia, que van convirtiendo, malditos, los días en meses...

Y arrepentidos decidimos tratar de dejar de fumarnos la vida...

Dejo a continuación una canción que me vino insistentemente a la mañana siguiente, y que cuenta más de lo que dice:

Dónde yo nací, eh!
dónde me crié,
dónde me formaron, caramba
cómo vine aquí.

"Los cinco picos" fueron
mi bautizo de fuego
debo confesar, caramba
que para mí eso era un juego.

Pero después se terminó
se fue mi adolescencia
porque con mi "cuatro bocas"
se reafirmó mi conciencia.

En el centro de la Isla
enfrenté al enemigo
me sobraban razones
para haberme curtido.

Mi gran amor y otros amores
fueron mi gran conquista
entre familia y patria
me llenaban de dicha.

Pero fue que una dicha mayor
me obligaba a marchar
acaso algún dolor
algo iba a desgarrar,
mas siempre fue mejor luchar.

Los años que han pasado
definieron mi suerte
la vida que he llevado
tiene un poco de muerte.

Termino aquí, renazco allá,
y en un corto saludo
la patria me visita
y otra vez quedo mudo.

Quizás el tiempo pueda decir
si al fin regresaré,
y lo pienso en inglés,
acaso en español,
lo grito hasta en francés:
¿quién soy?.

Un homenaje
para tu ausencia
lo llenas todo
con tu presencia.


Homenaje - Pablo Milanés.

2 Comments:

Blogger jordi said...

un homenaje precioso

besos

sábado, abril 08, 2006 4:37:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

respetarle también es dejarle ir
(un abrazo) (ya sabes dónde estoy)

viernes, abril 14, 2006 1:34:00 p. m.  

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