Tiempos

Desde siempre.
Ordeno mi casa, ordeno mi vida, mis ideas, ordeno por que fácilmente tiendo al kos, soy tan perfeccionista que el kos se extiende en cuanto hay algo fuera de lugar, de un modo u otro tiendo al kos-orden, y, el orden se me escapa a menudo.
Hay kos que me permito, que luego arreglo, y no dejo trascender, hay otros que no...
Miro a mi alrededor, en estos últimos días ha dejado de agobiarme el kos en el que vivo, mi desorden casero.
Me he relajado, he salido huyendo de mi casa sin ningún remordimiento, cosa que, en lo que respecta al orden de mi casa, es algo nuevo en mi, y me ha encantado ver que durante estos días, me ha importado un pito el desorden pendiente , amparándome en la frase relajada carente de remordimientos, por saberla cierta, de : ya arreglaré un día de estos.
Pienso que así ordenas tu casa, y tus cosas, así eres.

Desde siempre.
Durante mucho tiempo me encantaba conducir muy deprisa.
Cuando me saqué el carnet me pasaba horas dando vueltas con el coche sin detenerme, deprisa, me gustaba conducir, me gustaba moverme, me gustaba perderme hasta encontrarme, conocer nuevos caminos, calles, lugares, me pasaba los ratos libres conduciendo de un lado a otro, sin detenerme.
Y así era yo: vivía entonces la vida tan deprisa como conducía.
Con aquel coche recuperé el movimiento que de niña, por un grave accidente que limitó mis pasos, había perdido.
Mi coche me devolvió los pies, la libertad, y cual Forrest me dediqué a correr y correr sin rumbo ni dirección.
Conducía por el placer de conducir.
Era como un juego, y a mi siempre me ha gustado jugar por jugar: ganar o perder es lo de menos.
Pienso que así conduces, así eres.


Desde siempre.
Adoro a mi perro, conozco su naturaleza, sus orígenes, su imposibilidad de ser adiestrado, su concepto de manada y su rol dentro de ella, su ausencia de sentido de la territorialidad, su desobediencia innata, su lealtad, su cabezonería, su chulería con los demás machos, su amor incondicional y su inteligencia.
Jamás me dará la patita, ni se sentará por que yo se lo diga, pero si aullará conmigo como cada vez que nos vemos, y precisamente, por que es como es, le queremos tanto el resto de lo que él siente su manada.
Me conozco y me voy queriendo como soy, cada vez mas.
Pienso que así es tu relación con los animales, así eres.

Y así, pienso, sucede con todo...Veamos...
La globalidad, todos mis estudios, análisis me han llevado como primer y último punto de un modo circular a la globalidad, al todo, a que todo es lo mismo el todo en sí mismo, que cada mínimo detalle, componente, acto o pensamiento simple es exactamente igual que el más complicado, que al más difícil de entender, de analizar...
Los diagnósticos de las enfermedades suelen ser muy cortos y concretos, parciales, sin tener en cuenta nada mas que el problema concreto en sí, y, a menudo, lo que tratan es la sintomatología, y no la esencia, se trata una parte como si fuese el todo, el problema, cuando en realidad, generalmente, suele ser una manifestación más, de la que se puede sacar la esencia entendiéndola como una parte del todo , en unión con el resto.
Todo es lo mismo... veamos, a una persona diagnosticada de... bulimia, se la trata el problema de un modo aislado, como enferma, agarrándose a la manifestación más excesiva y externa de su problema. Cuando en realidad el problema está debajo. y una vez controlado el síntoma concreto, deberían tratar de curar el problema real, por que la modificación de conductas en los adultos de un modo impositivo es una cura paliativa, no una solución.



Hacia adelante.
Lo excepcional que han tenido estos últimos 15 días ha sido que, por primera vez en mucho tiempo, me he conseguido relajar un poco. He compartido momentos encantadores por su simpleza con mi gente, he sacado los besos que tengo guardados y como una abuela los he repartido cuando lo sentía, y los he recibido de vuelta. Me he dejado cuidar, he dejado salir esa parte escondida que olvidé que tenía, y me ha encantado. He empezado a sentirme bien.

Al fin he compartido unos momentos de intimidad sin tapujos ni miedos, y me ha encantado.
Y aquí estoy hoy, felicitandome por este pasito nuevo, escribiendo innecesarias palabras y analizando lo que estoy viviendo, dando forma en la mente a lo que simplemente es y , realmente, no necesita palabras, pero ya está aquí, ya salió mi maldita/bendita racionalidad, ya salió, como siempre, mi necesidad de encontrar sentido a todo, de entender cada paso que doy , con el correspondiente exhaustivo análisis de cada nueva reacción, sin dejar cabos sueltos al destino, amarrandome a mi creencia en que todo tiene un sentido, pendiente de las señales que me guían, que sigo y que creo.

No canto victoria, sólo he dado un pasito, solo he quitado algunas capas, y para llegar a mi libertad aun quedan, lo se.
Se que está en mi mano, se que he encontrado un modo, y durante 15 días lo he mantenido, pero los cambios conductuales que conscientemente he ido autoimponíendome en mi vida siempre han tenido detrás un sentimiento de que así debe ser, y con un conocimiento, y satisfacción necesarias.
Crecí sin conocer la disciplina ( padres hipercultos progres que lo hablaban todo, colegio experimental- el sistema docente, decían, del futuro, sin exámenes ni notas, ni libros, donde se potenciaba la investigación y la creatividad, donde no existía la competencia, la rivalidad, ni la picardía-, ni los límites. Los límites me los he puesto yo siempre.
No soy una persona disciplinada, las cosas las hago con el alma, por que las siento, por que las entiendo, por que siento que es el momento. Y en ese momento, o momentos, pongo el alma.

A veces parece que remoloneo demasiado en avanzar- ejemplo cercano: el año pasado-, y sin embargo siento que ha sido como tenía que ser, he vivido mi duelo necesario en el momento adecuado, hasta despojarme de él, y que una vez soltado el lastre, va llegando el momento de desplegar mis alas y echar a volar, poco a poco, claro, pero cada paso hacia mi, cada verdad, cada miedo del que me voy desprendiendo es la consecuencia del estupendo guiso que he tenido a fuego lento cociendo y del que cada vez va quedando mas la esencia de los ingredientes.
Hacia allí voy.

Y por decir estas palabras mañana me sentiré muy mal, por hablar de ello, es fácil que cuando toman forma de palabra ciertos entusiasmos, pierden el sentido y la fuerza y de una verdad queda una fábula, y como si de un globo se tratase, se desinfla la ilusión, y pierde el sentido inicial.
Bueno, como ya me lo se, y además me lo estoy recordando, la mierda de mañana procuraré redireccionarla hacia una leve tristeza dandole la importancia que tiene: ninguna.
Y es que una vez dados los primeros pasos parece que el camino va ser sencillo, y no hay retroceso, y olvido que un pasito pa´lante , María, lleva un pasito pa´tras.
El ser un ser pensante, al menos , también sirve para ésto, para, mas tarde o mas temprano, relativizar las cosas en cuanto se las ve asomando las orejas, y generalmente mi eficaz inconsciente hace el trabajo por mi dandome las claves que, a veces, ni siquiera yo se que necesito y con su modo ordenado de ver la vida, deja que me sumerja de vez en cuando en el kos mientras él pone orden por mi.

Es curioso esto de volver a sentir, aunque fuera solo ese momento, el dejarme llevar y sentir, el, al fin ser yo, me ha devuelto algo que no recordaba me faltaba...

Hoy vence mi mente , mi muro exterior, y mis pensamientos, hoy es mi día de mente, y me dejo, después de todo , un habito arraigado es un habito arraigado, pero siento, que una vez bajado el puente levadizo, lo que inevitablemente viene a continuación ( inevitablemente por que lo que quiero es ser lo mas feliz que pueda) será abrir las puertas del castillo, ceder el trono solitario de la reina de las nieves al pueblo, y continuar mi camino con la tranquilidad que conlleva el ser uno mismo.

Vive la revolution !