El reencuentro.1.

Acabo de llegar del tan esperado reencuentro con mi aún amado ex.
Me tiembla el corazón y solidariamente el cuerpo.
Parece que las heridas siguen abiertas, y mucho mas cuando en su mirada y en su sonrisa he encontrado el reflejo de la mía, el reflejo de mi rubor y una amarga emoción contradictoria de vernos, y no me engaño, ha sido así.
Los dos sabemos que somos pasado, que los años compartidos han quedado atrás, pero ya sabéis, el corazón va por libre y me traigo a casa el nudo en la garganta de haberme guardado los besos que deseaba darle.
Ha sido una noche distinta, con su cena y su billar, una noche que en su normalidad ha sido excepcional, por que nunca salíamos juntos antes, ni hacíamos nada juntos, no había quien sacase de casa a este hombre, que era un niño, y que parece que ahora va empezando a madurar, este hombre que fue incapaz de hacer dos cosas a la vez y que entre trabajo y vida eligió trabajo.
Parece que esta empezando a ser capaz de empezar a tener vida, si ya lo digo yo, fue como tuvo que ser, pero eso no significa que no duela, y mucho.
Le devuelvo la cena el sábado, hemos quedado a mediodía para que me instale el súper lavavajillas de 80 € que me he comprado, y que TODOS mis platos esperan impacientes para al fin ser fregados, y que resulta hay que ajustar no se que tubos que trae por detrás....ya os contaré que tal, de momento agradezco el apoyo moral me mis 3 lectores, de verdad , de corazón, y os mantendré informados de las nuevas que vayan sucediendo.
Ahora voy a buscar alguna canción muy muy triste para abrazarme al monstruo de las galletas ( es cierto, tengo un triki compartiendo casa) que tengo en mi cama, y llorar un rato a moco tendido, que me lo he ganado, buf.
(Buenas noches, cariño, que descanses).