La despensa de la abuela.
Post no apto para familiares, si siguen leyendo será sólo bajo su responsabilidad.
Esta noche he sacado de la despensa a un chaval encantador y a una yogurina de terciopelo.
Me los he comido juntos y revueltos.
Ha sido un buen menú Sr.
Me han faltado tus ojos, y las palabras que me decías al oido la noche que pasamos juntos.
Me ha faltado tu cuerpo.
Parece que, finalmente, te voy a tener que llamar.
3 Comments:
No se si se muy bien de que va tu post, pero me hace gracia lo de la despensa y las cosas que sacas de ella, como de la chistera (de supervivencias) de un mago :D
Ahhhhh¡ pues es un recurso estupendo¡¡ lo recordaré para momentos de necesidades "espirituales" ;DDDD
Tampoco mi salud me permite ya usar tacones, pero sí soñarlos... nunca he sido partidaria de ellos para la vida normal, con tanta prisa, carreras y tantas horas fuera de casa, pero sí me han gustado para "enmarcar" cosas especiales para mí...
llama, llama, llama, llama, llama
besos
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