Cerrando circulos.

El haber sido adoptada unos días en casa de Shrek o lo que ha quedado de él (por que ya no es verde) ha supuesto una revelación importante para mi.
Ni harta de vino volvería a estar con él, ni él tampoco conmigo, seguro, no nos las vamos a dar ahora de estupendas, que luego pasa lo que pasa...
Somos amorosamente incompatibles y amistosamente estupendos.
Ya está.
En cuanto me quité de la cabeza ( ¿de la cabeza? ) la idea de llevármelo al catre y hacerle mil marranadas todo se aclaró, un rayo de luz invadió su casa, y una voz me dijo...
-Nena, si no había sexo apenas los años que habéis estado como pareja, ¿que coño de sexo vais a tener ahora que sois amigos? ¿No te das cuenta que como amigos lo pasáis teta, aunque no os soportéis en convivencia?
Tras escuchar las sabias palabras que decía el haz de luz miré a Shrek (o lo que queda de él) y recordé las ganas con-vertidas en honor a la abstinencia, y las muchas situaciones que tengo por vivir aún ...




Nota mental: No llevar nunca más libros de la sonrisa vertical para leer en la piscina de Shrek.