Despedido.

Ayer después de la baja volvió a trabajar Shrek.
Ayer le despidieron.
Hoy está en sus manos volver a empezar su camino y su vida.
Estoy segura de que lo hará bien, haga lo que haga, y yo estaré por aquí junto a él.
Parece que vamos paralelos en nuestros caminos.
De pronto me habla del mar, de sueños y proyectos que se parecen tanto a los míos que me parecen hasta mentira.
De pronto hablamos de posibilidades, de libertad, y de amistad, y la niebla se despeja y una luz ilumina el incierto futuro.
No se hacia donde nos guiarán nuestros pasos, y si irán a la par como desearíamos ahora mismo, lo que sí se es que, durante un rato, todo era posible y no existían límites si estábamos el uno junto al otro.
Por un momento todo ha cobrado sentido y el miedo de ha esfumado.
Alea jacta est, Shreck.
Mucha suerte, mi niño, y hacia adelante, siempre hacia adelante.