Cuentos de ayer.2.

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Sonando; El marido de la peluquera, Pedro Guerra.


UN CUENTO

Te pongo el pijama despacito y te arropo dulcemente mientras te beso y me pides un cuento e imagino:

“Erase una vez una princesa disfrazada de príncipe que fue Reina en la caverna de Platón por que conocía la luz, y cansada de su reino de sombras buscó un camino hacia la salida encontrando en el camino Reyes ciegos y algún despistado.
Y la luz al final del camino le guiaba y le enseñaba a detenerse donde debía y a darse tiempo.
Y encontró una pendiente que parecía llegar directa a la salida ; y corrió, y corrió deteniéndose a coger alguna flor, o a beber, o a charlas con su eco, y se encontró un joven que parecía ver , que le miró, y en sus ojos descubrió infinitos colores que la deslumbraron y en ellos escuchó el canto de las sirenas , y él continuó su camino, y ella el de él acercándose a esa música seductora, llamando su atención, buscándole sin darse cuenta de que él llevaba un rumbo distinto al suyo, y enamorada le siguió, sin fijarse en sus propios pasos, olvidándose de la caverna, de sus súbditos, de su luz, de sus flores, de sus ecos, y se agarró en sueños fuertemente a el y él la abrazó con fuerza... y le dijo en silencio:
-”Abrazame fuerte hasta que no pueda respirar”-
Y el la abrazó y no pudo respirar, y le pidió aire, y se lo dio con sus labios, y mientras, siguió abrazándola, y sintió fundirse en él, y cerró los ojos y se olvidó incluso de ella misma un instante embriagada de amor...
Pero encontró una imagen, un espejo que la abofeteó y se dio cuenta de que había perdido la luz e intento andar, pero se dio cuenta de que no sabía, y le miró, y él como un boomerang la empujó lejos..., y lágrimas saladas rodaron por su rostro y recordó a ORFEO y EURÍDICE, su infierno y sus palabras , y las sintió suyas mientras que se dejaba morir...” y por exceso de amor , me pierdo...”
Le regaló un beso azul , que era un trocito suyo de vida , y se marchó...
La princesa vestida de príncipe caminó por los oscuros caminos buscando una salida.
El pecho vacío le dolió lejos, allá donde lo dejó, junto a él, invocándole para que volviese a aparecer en los laberintos, esta vez llevando un mismo camino en una misma dirección
Algún vez s la oyó gritar su nombre repetido mil veces por los ecos burlones...
Él camina por el lugar que nunca dejó...
Unos ojitos verdes, que siempre parecieron tristes le acompañan en su marcha.
La princesa, despacito, reconoce lugares, flores, ecos.
Puede continuar su búsqueda.
Intentará mirar hacia adelante sin perderse un solo segundo de vida...
Y una brisa le acaricia el pelo suavemente.
Cierra los ojos y se pregunta si será él o su recuerdo quien viene a visitarla ...
Sonríe , recuerda, y no mira, y vuelve a amar como antes amó, con la certeza de que pronto , muy pronto, de cualquier modo le encontrará ... y podrá amarle sin perderse en sus ojos hechiceros, sin olvidarse de vivir.
Parte y no todo.”

Duermes. Cuando despiertes estaré aquí , a tu lado, de otro modo, o quizás me haya ido por un tiempo breve, por que el TODO es la suma de las partes y tu serás parte de mi TODO.

Buenas noches, cariño ... que tengas dulces sueños.