viernes, noviembre 18, 2005

Jugando a las citas a ciegas

El miércoles como tenía planeado quedé con piloto.
Era la primera vez que iba a tener una cita a ciegas, sin tener muy claro lo que eso significaba.

Cogí carretera y manta hacia Barajas, noche tranquila, luna de queso , radio encendida, pocos coches, todo en su sitio.

En el km 2 de la ctra surgió de pronto una niebla densa y espesa, que no producía visibilidad reducida, sino invisibilidad completa.

La luna desapareció, la radio dejó de funcionar y no logré arreglarla ni con el golpe infalible en el salpicadero de costumbre, los coches eran ilocalizables.

Con coraje y determinación seguí avanzando sin ver un pimiento, sin alcanzar a ver ni el morro de mi coche ni el mío.

Me pasé la salida de Barajas sin darme ni cuenta y continué hacia adelante hasta que el olor del mar me hizo sospechar que no iba por buen camino.
En cuanto pude di la vuelta.

Un desvío por obras me condujo hasta una ctra de peaje de la que ni había oído a hablar. La R-10, esa gran desconocida.

La luna, la radio, los coches y mi morro seguían missing.

Sacando un bastón blanco por la ventanilla conseguí encontrar una ctra que iba hacia Madrid, cosa que me produjo un enorme alivio por no tener que llevar a la práctica las teorías de supervivencia que mi imaginación elaboraba a toda prisa, presa del pánico, hasta que fuera rescatada ( comerme por cachitos a mi misma, beberme el agua del radiador del vehículo, emborracharme con Sin Plomo 95, .... bah, lo normal en estos casos).

Piloto me llamó extrañado por la tardanza.
Le informé que nuestra cita había estado muy bien, que me tenía que marchar y que ya nos veríamos otro día, Piloto ok.

Cuando quedaban 2 kms para llegar a Madrid la niebla desapareció, la luna fue queso para deleite de los ratones soñadores, la radió comenzó a cantar, reaparecieron los pocos coches que compartían mi ruta, mi morro se trasformó en hocico, y todo volvió a estar en su sitio.


Y yo no se, quizás me equivoco, y he caido en la estupidez de creerme las películas como Tienes un e-mail, que debe ser del género fantástico, pero tengo que confesaros que, por alguna extraña razón, había imaginado, y estaba casi convencida, de que una cita a ciegas era otra cosa.

Un saludo cordial,
Reina ( la culpable del bajo resultado de los españoles de la encuesta anual de durex)

10 Comments:

Blogger juank sinclair fantoba said...

Lástima de niebla... lástima e inmerecida, seguro que si hay una próxima vez, será diferente.

Por cierto, ojo con la sin plomo, que da acidez... aúpa con el limpiacristales, que mezclado es casi aromático... si por eso dice el refrán que hay que llevar siempre una boldam contigo...

viernes, noviembre 18, 2005 12:41:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Estimada Reina de las Nieves: Pertenecer al gremio de usuarios de sin plomo 95 es un verdadero suplicio. Una vez se llega al surtidor, el subconsciente te traiciona y te sorprendes diciéndole al "gasolinero": 10 leuros de Súper. El gasolinero, normalmente, sólo se diferencia del surtidor en que éste último al menos te da las gracias y te desea buen viaje. Respecto a las "citas a ciegas" (que no con ciegas, nunca he tenido ninguna, siempre he sido de los que circula sempiternamente con luces largas, antes deslumbrar que darse el porrazo. Me gustó su post. Un beso libertario

viernes, noviembre 18, 2005 12:59:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

vaya por dios, MALDITA NIEBLA, hija, para la proxima te dejo mi mega coche con sus mega faros y su mega morro. (en la guantera esta el kit de emergencias sexuales)...
na hija, que lo siento. saludos a delfin. ;)

sábado, noviembre 19, 2005 4:43:00 p. m.  
Blogger Amaia said...

Sinclair:
Ya sabes, en un momento de pánico uno se bebe cualquier cosa, gracias por el consejo, espero no tener que tirar de limpiacristales aromático mas que por curiosidad o falta de cocaola en una fiesta...
Un beso, con permiso de Mer. ;)

Capitán cerumen:
Sin novedades en el frente , hoy no hay niebla y puedo seguir con la imaginaria .
Me alegro tu visita.
Un beso también pa tí.

Marsita:
El delfín encantado y sonriendo, incluso me pareció oirle reir bajito cuando volví aquella noche...
Cuídate mucho, mucho, que se te echa de menos, chata
Pues pa tí otro beso, hala.

Chus:
Nu se, el caso es que desde entonces me vienen a la cabeza dos frases de modo insistente: mi caaaaaasa, teléeeefono, ... pero pa mi que sólo es un reflejo de mis ganas de llegar a casa y olvidarme de las llamadas en espera...
Y pa tí: otro beso.

domingo, noviembre 20, 2005 4:14:00 a. m.  
Blogger Mer said...

Me descojono. Paso por aquí de vez en cuando y te leo pero nunca dejo comentarios.
Tienes mi permiso para mandar los besos que quieras...
Un beso,
Mer

lunes, noviembre 21, 2005 11:43:00 a. m.  
Blogger Amaia said...

Mer:
No vale firmar anónimo y luego escribir tu nombre sin enlace a tu web porque intuyo que eres una persona con la imaginación y constancia necesaria para poder escribir un blog que podríamos titular, por ejemplo, se me ocurre de repente: simplemente mer.
;)

Gracias por el permiso, y te mando un beso, con permiso de sinclair.

lunes, noviembre 21, 2005 4:02:00 p. m.  
Blogger Wolffo said...

Pues vaya... ¡menuda mierda de cita!

Jo, te lo juro, yo conocí a mi chica por internet. A veces funciona.


Un beso y suerte en la próxima.

martes, noviembre 22, 2005 10:05:00 a. m.  
Blogger Mer said...

Me pillaste! En fin.
Encantada de leerte.
Besos

martes, noviembre 22, 2005 6:24:00 p. m.  
Blogger Amaia said...

mariocs:
Gracias, chato, me traes azúcar como buen vecino sin que haya tenido que ir a pedírtela.

wolffo:
tonses... ¿una cita a ciegas no es así?.. haberlo dicho antes que por el disgusto me he borrao del match, del chuecas contactos, y del piriodico de valdemorillo en el que puse: mujer blanca soltera busca piriodista pa amistá u lo que surja, cambiándolo por : casi que ya no busco na, y besos castos pa tos, que ni una cita a ciegas más, santo Tomás...

mer:
Una sonrisa grande para ti, guapa, que leer a una pareja como vosotros es un placer.
Ya sabes, un beso, con permiso ....

jueves, noviembre 24, 2005 8:10:00 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

faltaba el príncipe que de un beso deshiciera la niebla!
(bueno, a veces la niebla es muy oportuna)

martes, febrero 07, 2006 7:34:00 p. m.  

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