miércoles, noviembre 16, 2005

Reparto meteorologico.

Hace muchos, muchos años, en un país muy cercano, dos amigas fueron convocadas a una entrevista de trabajo.

Pasaron un duro proceso de selección, tests psicotécnicos, varias entrevistas grupales y personales hasta que finalmente fueron elegidas para desarrollar sus respectivos puestos de trabajo.

Pilifi se encargó de la lluvia, se encargaba de crear la lluvia que brotaba de las nubes siempre que su alma se quebraba en dolor y se encapotaba , creando, al ritmo de sus lágrimas, grandes tormentas o leves chisporroteos, dependiendo de como la vida la estuviese tratando.

La Reina de las Nieves se encargó de lo que su nombre ya predestinaba : de la Nieve.
Cuando su alma se congelaba , y el dolor inundaba su ser, cuando la ira y desesperación abrasaban su realidad, el manto blanco cubría ciudades y pueblos, para dicha de los niños y perros lanudos, y enfado de los conductores.
Creaba la nieve , en grandes copos, o pequeñas briznas de agua congelada, aunque normalmente cuando nevaba , nevaba bien, ya que era una mujer de pasiones y sentía tan intensamente el amor, el odio y la indiferencia , que apenas se vieron pequeñas nevadas mientras ella se dedicó a la creación del frío.
Era capaz de congelar una ciudad con una sola mirada, de acabar con cosechas en una nevada
Era capaz de regalar los paisajes mas bellos cuando su dolor cesaba y volvía a respirar.

Y así van transcurriendo los años.
Que no os engañen, las previsiones del tiempo: las hacen en función del estado emocional de las dos mujeres, ni meteosat , ni leches.

Podéis imaginar que Pilifi ha pasado un verano de sequía emocional, y ahora está saliendo todo lo que lleva dentro, no podía esconder su dolor eternamente, así que tranquilos: no, no nos faltará agua para beber.

Reina ya ha puesto sus ojos en el Norte, aún tiene el corazón en la ladera de su montaña donde él sigue viviendo y no ha podido evitar llevar la nieve hasta allí ya varias veces, en días en los que su nueva vida le resultaba ajena y su casa era una extraña, igual que ella.

Cuando la lluvia y la nieve caigan sobre vuestras ciudades , recordad que no es algo aleatorio, es fruto del reparto metereólogico que tenemos asignado Pilifi y yo.

Que tengais un buen día de sol con nubes.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Me has creado un "antes" y un "después". Por una parte, me encantan tanto la lluvia como la nieve. Por la otra, a partir de ahora no podré evitar pensar en vosotras y sentirme culpable de que me gusten, si eso significa que tenéis que estar tristes.
Creo que vas retomando, poco a poco, tu humor, y eso es bueno. Me he dado cuenta de que hay gente dulce, y hay gente capaz de contagiar esa dulzura, además de serlo. Tú eres tipo dos, escasíiiiissssimo. Es casi como lo de los RHs. Me encanta que decidieras escribir. Es como seguir viéndose, de alguna manera.
Un abrazo muy, muy fuerte!
A.

jueves, noviembre 17, 2005 9:16:00 a. m.  
Blogger Amaia said...

aldara:
Tu acuérdate de nosotras, pero culpabilidad ninguna, por que al fin de al cabo tenemos un trabajo nacido del alma y vertido en el mundo, y para eso está: para regar y blanquear , y que salgan frutos, cubitos de hielo, y sonrisas de nuestro curro no es mala cosa.
Así que ¡ a disfrutar de los días de invierno!
Besos mil.

domingo, noviembre 20, 2005 8:09:00 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

pues sigue nevando

martes, febrero 07, 2006 7:27:00 p. m.  

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